En la actualidad, vivimos con un enemigo invisible, el cual llegó de forma inesperada y para poder combatirlo hay que estar encerrados.
Nadie sabe con certeza de qué forma se originó y es irrelevante ya en este punto de nuestras vidas saberlo; sin embargo, ¿estábamos preparados para esto? ¿Tenemos la fortaleza suficiente para salir adelante si esta situación se llega alargar por más tiempo? ¿Estaremos preparados para afrontar momentos más difíciles en un futuro?…
La verdad es que estamos viviendo un tiempo de transformación, en donde todos nosotros debemos abrir nuestra consciencia; donde tenemos que aprender a cultivar la paz, el amor incondicional y la convivencia familiar. Solo de esta forma podremos estar listos para enfrentar momentos más fuertes.
Estos días son una gran prueba; pero a pesar de todo, estamos aprendiendo a ser mejores.
¡Vivimos en un tiempo de transformación!
Como seres humanos llevamos años haciendo lo incorrecto, pagando deudas del pasado heredadas a partir de nuestro árbol genealógico, afrontando migraciones, guerras, muertes, y enfrentando pérdidas económicas, recesiones, etc… Sin embargo y de repente, nos vimos obligados a detenernos.
Todos quieren cambiar el mundo, pero nadie piensa en cambiarse a sí mismo.
Leo Tolstoy
Les aseguro que nadie jamás pensó por error o en broma, que en este cambio de era, llegaríamos a estar en esta cruda realidad mundial; pero lo que sí es veraz, ¡es que vamos a salir vencedores de ella!
Nadie se esperaba esto.
Aparentemente, todos estábamos preparados para terremotos, tsunamis, erupciones, entre otros. A finales del año pasado, se predijeron muchas cosas a nivel mundial, tanto negativas como positivas. Aun así, nuestra mente no contemplaba este escenario lleno de imprevistos, en donde la salud se vería afectada a gran escala.
Hoy en día, todos estamos encerrados. Re-descubriendo cosas como: esa familia que creíamos conocer, esa pareja que elegimos como nuestro compañero o compañera de vida, esos hijos; e incluso, ¡a ese otro yo que reside en nosotros mismos!
Aquel que es sabio, aprovechará este tiempo de encierro para trabajar en sí mismo y en su entorno familiar; para confrontar sus miedos, para reconocer sus errores, para cambiar.
¿Acaso no podemos nosotros también aprovechar este tiempo… en ser esa persona que cuando vuelva a salir a la calle sea diferente, con sus emociones en equilibrio, con coherencia en su accionar, ese ser empoderado, tranquilo y fuerte para continuar en su camino? ¡Claro que podemos!
Las consecuencias de ser negativos.
Durante años hemos evadido el hecho de reconocer cuáles son nuestros miedos, pero hoy día, el encierro nos ha causado un fuerte impacto emocional. Un fuerte choque causado por la nueva era de las comunicaciones, donde los teléfonos celulares y las redes sociales nos atacan a diario, dejando heridas y miedos. En donde terminamos compartiendo el pánico, intoxicando a nuestras familias y a los demás.
¿Cuáles son las consecuencias de todo esto? Es más que evidente, solo hemos logrado bajar nuestro estado de ánimo, llegar al extremo de la desesperación, causando peleas familiares, discusiones con nuestra pareja, silencio… No estamos viendo aún la gran oportunidad que tenemos de darle un puñetazo a este enemigo invisible y de crecer tanto interior como exteriormente.
Cuando todo esto pase…
¡Este es el tiempo!… Sí, es tiempo de fortalecernos como individuos, como parejas, como familia; hay que hacerlo en todo aspecto, de forma que cuando todo esto termine, estemos preparados para enfrentar momentos más difíciles.
Debemos fortalecer la unión familiar, debemos estar preparados para aceptar lo contrario, para tomar nuevas decisiones y para emprender nuevos caminos.
Cuando nos devuelvan la libertad debemos ser otros; debemos estar seguros de poder volar y debemos asegurarnos de que los nuestros tengan la fuerza y el valor de afrontar un posible mundo diferente.
¡No podemos regresar a lo mismo de siempre! De lo contrario, no habremos aprovechado la oportunidad de generar un cambio, y todo este tiempo de confinamiento habrá sido en vano.
¡Aprovecha este momento clave!
Es tiempo de transformación. De cambiar aquello que estaba mal en nosotros y en nuestras vidas. Aprovechemos ese tiempo valioso para llenarnos de paz, de energía y de armonía.
Aprovechemos este tiempo de confinamiento para mejorar la comunicación con los nuestros, para reír, para comer, para bailar, para disfrutar…
Recuerda que no hay persona más sana, equilibrada y sabia, que aquella que ya descubrió el verdadero valor de la armonía familiar, de la salud y de la paz interior. ¡Es tiempo de transformación!
Transformación significa literalmente: ir más allá de tu forma.
Wayne Dyer
Te invito también a que descubras de que forma puedes evitar que tu luz interior se apague.
Por: Adrian Alberto ∼ lavidaysumagia.com
