La verdadera edad de tu alma no es tu edad cronológica
A diferencia de la edad física, la edad de tu alma se determina en base a la experiencia acumulada en la consciencia y no en el tiempo que hayamos vivido a lo largo de varias encarnaciones.
Según creencias budistas, hinduistas y taoístas, a medida que reencarnamos de una vida a otra, vamos enriqueciendo nuestra conciencia de experiencias positivas y vamos aprendiendo enseñanzas nuevas.
Se genera entonces un proceso de evolución y aprendizaje, el cual suele llamarse «proceso de ascensión de la consciencia».
En otras palabras, la edad del alma se refiere a cuánto hemos progresado mentalmente en los distintos ciclos de vida universales. Se refiere en sí, a un incremento de sabiduría.
Sabiendo esto, a continuación, vamos a analizar las siete etapas del alma y sus principales características. De forma que puedas concluir cuál es la posible edad de tu alma o, mejor dicho, en qué etapa del proceso de ascensión de consciencia te encuentras.
¿Conoces la edad de tu alma?
En primer lugar, cabe destacar que todos nosotros podemos tener muchas reencarnaciones, pero, posiblemente nuestro nivel de conciencia está por debajo de lo debido, o viceversa.
Existen almas que ascienden rápidamente a un estado, nivel o etapa de consciencia. Mientras que otras suelen tomarse su tiempo para experimentar y estudiar un cierto nivel tanto como sea posible.
Una vez que nuestra alma haya recorrido su camino a través de todas las etapas, empieza un nuevo ciclo en la dimensión espiritual donde el aprendizaje del alma continúa, pero esta vez no ocurre en manera de encarnaciones físicas, sino en el plano antimaterial del espíritu.
Otra cosa, ninguna alma es más valiosa que otra. Todas tienen el mismo recorrido y tienen el mismo destino.
Ahora sí, analicemos las 7 edades del alma:
1. El alma bebé
Estas almas están aprendiendo a adaptarse a la forma humana y al mundo que las rodea. En esta edad, aprenden a sobrevivir, por lo que esta es su única preocupación. Así pues, la moral y la ética son de muy poca importancia para ellas.
Psicológicamente son individuos muy ingenuos que actúan pensando muy poco en las consecuencias. Debido a que carecen de comprensión social, son capaces de cometer actos antisociales o inmorales. Pueden llegar a recurrir a la violencia como un simple medio de autoconservación.
2. El alma infantil
A diferencia de las almas bebé, estas almas piensan mucho en sus acciones. Tienen presente la seguridad, la estructura y el orden, incluso de manera bastante rígida.
Sus creencias y sus acciones están vinculadas en sobremanera a las reglas, por lo que a menudo son individuos ultraconservadores, tradicionalistas, ortodoxos, honestos, moralistas y conscientes de la ley y el orden.
Por otro lado, esta alma ya obtuvo varias vivencias en la tierra, lo que la hace menos temerosa y más sofisticada. Sin embargo, aun así, todavía se siente amenazada por el miedo.
Este tipo de alma también disfruta mucho el tener autoridad en exceso. Les encanta la conformidad y difícilmente se aventuran a vivir experiencias nuevas.
Otra característica de ellas es que adoran en exceso a los líderes religiosos o políticos. Son almas que eligen una vida simple y no se interesan por estudiar temas existenciales, metafísicos o espirituales, pues temen a los cambios profundos y por esa razón tienden a defender tradiciones obsoletas.
3. El alma joven
Una de las principales características de las almas jovenes es que empiezan a tener una necesidad de independencia y de querer obtener lo que desean en la vida, por consiguiente, tratarán de ejercer el poder sobre los demás.
La riqueza material es de suma importancia para ellas y les cuesta mucho también deshacerse de esta. Asimismo, les encanta la competencia y son almas que, por lo general, tratan de compararse con los demás para saber quién está en la cima del estatus social o quién se encuentra en la parte inferior.
Muchas de ellas sienten que el verdadero éxito se encuentra en los bienes materiales y, en ocasiones, se centran en la ambición, llegando a confundir a esta con la superación mental y espiritual. Son individuos que desean siempre tener más experiencia que otros para sentirse satisfechos. Y le dan más importancia al cuerpo físico que a la espiritualidad.
Las almas jóvenes son trabajadoras incansables y son las que ayudan a avanzar al mundo físico en las tecnologías materiales. La desventaja es que estos avances se consideran poco importantes para la sociedad en general.
4. El alma madura
En esta etapa, las almas empiezan a tener la sensación de que algo les hace falta. Pese a tener bienes materiales, reconocimientos y prestigio, no parecen mostrarse satisfechas, pues sienten que esto no define su éxito personal.
Estos individuos empiezan la búsqueda de algo que va más allá del plano material. La necesidad de averiguar, es la cualidad principal de toda alma madura.
Suelen hacerse muchas preguntas existenciales tales como: «¿quién soy?», «¿de dónde vengo?» y «¿hacia dónde voy?».
Por otro lado, son individuos que reconocen a los que los rodean como seres espirituales y, en lugar de acumular bienes materiales, valoran más el hecho de obtener sentimientos positivos y enriquecedores a través de las experiencias.
Las almas maduras buscan más la espiritualidad, el amor, el cuidado y la compasión.
Son seres que se vuelven muy interesantes para la gente en general, pues se los observa con una vida plena y original. Comúnmente, son personas muy éticas, educadas y les nace un interés por ayudar a los demás. Asimismo, valoran mucho a los animales, la naturaleza y tratan de cuidar de ella.
5. El alma vieja
Este es un ser que ha pasado por muchos ciclos de reencarnación y ha aglomerado en todos ellos muchísimas experiencias, conocimientos, sabiduría y aprendizajes a lo largo de todo su recorrido terrenal.
La edad del alma de estos individuos es muchísimo mayor que la edad de sus años físicos. Una característica principal de las almas viejas es que normalmente se mantienen en una vibración o frecuencia alta.
Por lo general, tienen una conexión más profunda con el universo y sus planos elevados. También adquieren una comprensión amplia hacia los seres que la rodean.
En la niñez, el alma vieja puede parecer extraña o rara con su comportamiento. En la adolescencia tiende a revelarse aún más, teniendo así problemas con las reglas injustas de la autoridad.
En la edad adulta puede tener problemas para encajar con el sistema y se la considera extraña, excéntrica e inclusive puede ser juzgada o tachada como loca. Sin embargo, estas almas en realidad son seres muy pacíficos.
Normalmente se sienten atraídas por vivir lejos de las grandes ciudades.
Los individuos que pertenecen a la dimensión del alma vieja, son buenos instructores espirituales; aprenden a escuchar su voz interior y tratan de guiarse por esta, sin miedo a confiar absolutamente en ella. Además, suelen ayudar en el despertar de conciencia de otras personas.
6. El alma trascendental
Estas almas, como su nombre lo indica, han logrado trascender a la realidad antimaterial del planeta. Aunque regresan para ser mensajeros de luz, o en ocasiones para trabajar algún karma que no han podido superar.
En la dimensión física, debido a los fuertes cambios electromagnéticos de la tierra, pueden desconectarse de su estado de conciencia despierta. Esto, lo hacen de manera ocasional, pero no por mucho tiempo, ya que su alma inevitablemente regresar a ese estado natural, claro, equilibrado y consciente que poseen.
Se caracterizan por ser seres de luz radiante, llenos de amor, comprensión, entendimiento y un nivel de conciencia altamente avanzado. Asimismo, han despertado totalmente de la fantasía que el sistema o la Matrix ofrece.
Estas almas debido a su profundo conocimiento, tienen la misión de despertar la conciencia de los demás seres.
7. El alma infinita
Esta alma está lista para sumarse completamente a la realidad antimaterial y unificarse con el universo entero. Manejan a la perfección el entendimiento, la comprensión y el amor. Las almas infinitas son una expresión sofisticada del universo.
Son almas depuradas que poseen grandes conocimientos planetarios y cósmicos. En comparación con las almas antes mencionadas, estas tienen el nivel más alto de frecuencia y vibración. Son seres que nos hacen recordar la importancia de la unidad, el amor y la compasión por los demás, dejando así mismo profundas enseñanzas en la humanidad.
Hasta aquí, las 7 etapas que permiten definir la posible edad de tu alma… Cabe preguntarse lo siguiente, ¿será posible que esta vida no sea el único recorrido de experiencia, maduración o progreso… y que haya algo más allá de la dimensión física?
Según lo analizado anteriormente, a medida que nosotros los seres humanos sigamos evolucionando, contemplaremos la aparición de nuevas almas viejas, trascendentales e infinitas.
Sin más que agregar, extendemos una invitación a que realices el siguiente test donde podrás descubrir más a fondo la edad de tu alma.
Un saludo cordial.
Por: Adrian Alberto ∼ lavidaysumagia.com