Uno de los problemas más grandes que tiene la población hoy en día, tanto hombres como mujeres, tanto niños como adultos, es la poca autoestima que se tienen. Es casi una epidemia!
Muchas personas han dejado de quererse y constantemente se están hablando mal, se critican, se sienten incapaces y siempre están comparándose con los demás… ¿se te viene alguien a la mente? ¿acaso tienes tú esta actitud?
En primer lugar, debes saber que esto es algo que viene desde casa, es decir, desde la crianza. Existen muchos factores que lo explican, pero de eso no vamos a hablar aquí.
Aquí, nos vamos a enfocar en la solución del problema, que es atacar la baja autoestima, antes de que se convierta en depresión, ansiedad, estrés o en una conducta disfuncional de la personalidad.
Tu tarea el día de hoy es: ¡Elevar tu autoestima!
Hoy, queremos ofrecerte algunas estrategias para que trates de mejorar tu autoimagen o autoconcepto: lo que te dices a ti mismo, la forma en cómo te ves y en cómo te calificas.
Si no tienes un buen concepto de ti o una buena autoimagen, podrías terminar siendo muy susceptible al daño que te puedan causar otras personas directa o indirectamente. Asimismo, estarías perdiendo muchas oportunidades. Al estar constantemente pensando en que “no eres capaz” o en que “no eres suficiente”, sentirás miedo y no te atreverás a realizar tus propios proyectos.
Por eso, a continuación, vamos a darte algunos consejos sencillos que esperamos los pongas en práctica, de manera que puedas mejorar tu propio valor.
1. Cuida tu diálogo interno
Lo primero que debes hacer es vigilar muchísimo tu diálogo interno. Todos nosotros, desafortunadamente, tenemos una voz interior que constantemente ronda por nuestra cabeza, que nunca para de decirnos cosas y que no somos conscientes de ella.
Por lo general, esa vocecita nos suele hablar mal o negativamente: nos está criticando, nos está juzgando y tiende a ser muy dura con nosotros. De ahí que, cada vez que hagas algo malo, te critiques con toda la fuerza posible o te califiques de: malo, mediocre, incompetente o de que no sirves para nada.
Debes saber que, ese diálogo interno repetitivo va creando vías neurológicas, emociones y químicos que terminan luego dañando la poca estima que aún te queda.
Así que, tu primera tarea es vigilar ese diálogo interno… “¿cómo puedo hacer esto?”, te estarás preguntando.
Bien, puedes usar la compasión. Esto es algo que utilizan mucho los budistas, un tema del cual hemos hablado anteriormente aquí.
La compasión es velar por el alivio del dolor de todos los seres que habitan la tierra. La compasión empieza por uno mismo, es decir, por la autocompasión. Simplemente, tienes que ser más compasivo y más benevolente contigo mismo a la hora de hablarte interiormente.
2. Usa afirmaciones positivas
Una forma de practicar la autocompasión es a través de la repetición de afirmaciones. Repetir afirmaciones positivas estando en un estado consciente y empezando siempre con las palabras «yo soy», es una forma muy poderosa para mejorar ese diálogo interno.
Por lo tanto, lo segundo que tienes que hacer para mejorar tu autoconcepto y tu propia valoración, es estar atento a tu voz interior y empezar a reprogramar tu mente con afirmaciones positivas.
Muchas personas tienen la autoestima baja porque desde casa no se les inculcaron hábitos de autovaloración o no les dieron esa confianza o seguridad que necesitaban. Así pues, toda cosa que hacían no se la valoraban o les exigían mucho más, ocasionando que se sientan incomprendidas o poco queridas.
Esto último causa que muchas personas anden por la vida buscando refuerzo del exterior. Todo el tiempo están esperando que alguien las valore o que les diga que están muy bien vestidas, o que hicieron muy bien su trabajo, etc. Muchas de estas cosas, por supuesto, no pasan y cuando no se tiene ese refuerzo externo y se tiene una autoestima baja, se sufre.
Recuerda esto:
Tú mismo eres el responsable de tu propia felicidad, entonces tú mismo debes trabajar tu auto refuerzo.
Tú mismo puedes decirte cosas como: «Bien hecho», «Buen trabajo» o «Debo mejorar». Tú mismo puedes juzgar que hiciste bien y que no hiciste bien. Si hiciste algo que no estuvo del todo bien, pues lo aconsejable es que lo evalúes y lo puedas mejorar.
3. Quiérete, valórate y prémiate siempre
Prémiate no solo por dentro, sino también por fuera. Cómprate algo que te guste, que creas merezcas y no te dejes de último lugar.
Todo esto es clave para mejorar tu amor propio. Cuando no tenemos buen amor propio, o cuando no tenemos confianza y seguridad en nosotros mismos, estamos sujetos a que los demás hagan con nosotros lo que quieran y que nosotros caigamos en esa trampa de dejarnos manipular por los demás.
4. Empieza a arriesgarte un poco más
Muchas veces nos quedamos preparándonos demasiado o estudiando demasiado para hacer algo que sabemos que ya deberíamos estar haciendo. Y no lo hacemos porque nos sentimos incapaces aún o porque no nos sentimos completamente seguros. Esto también es un problema de autovaloración.
Decirte cosas como: “no me siento capaz” o “no me siento absolutamente confiado para llevar a cabo esta tarea”, hará que pierdas muchas oportunidades, incluso a nivel laboral.
Empieza a creer en ti y arriésgate un poco más. La única forma de saber si estás capacitado o no, es arriesgándote, haciéndolo. Por lo tanto, tienes que insistir. Puede que no siempre alcances la meta, pero debes intentarlo.
El hecho de intentarlo creará patrones dentro de tu mente que van a hacerte sentir más seguro, más capaz y te darán esa experiencia que necesitas.
Recuerda que, para alcanzar el éxito, debes también enfrentar tus miedos. Por lo tanto, es necesario que te arriesgues. Y en estos casos, usa tu diálogo interno y mentalmente dite a ti mismo cosas como: “yo puedo”, “yo soy capaz”, o “yo soy suficiente”.
Hasta aquí, estas recomendaciones para mejorar tu autoestima. Trata de ponerlas en práctica y no olvides también que, como recurso adicional, puedes asistir con un profesional de la psicología en caso de que consideres necesario un mejor asesoramiento.
Te invitamos también a leer acerca de la RESILIENCIA: La capacidad de ver a la adversidad como un desafío.
Sin más que agregar, un saludo cordial.
Por: Adrian Alberto ∼ lavidaysumagia.com
