Se sabe que todos somos diferentes y que cada quien tiene sus propias virtudes, fortalezas, defectos y debilidades. Sin embargo, hay ciertos tipos de personas que, al parecer, viven bajo una burbuja de negatividad. Llamémoslas, personas tóxicas.
¡Así es! Las personas tóxicas harán que perdamos la paciencia en cuestión de segundos. Lo que es peor, nos irán dañando poco a poco sin que nos demos cuenta de ello.
Cabe destacar que no todas las personas tóxicas son malas. Muchas de ellas actúan de forma negativa inconscientemente. Esto, debido a situaciones no resueltas de su pasado. No obstante, algunas de ellas sí pueden llegar a ser muy dañinas.
4 tipos de personas tóxicas… ¡aléjate de ellas!
Muchas de estas personas se han comportado de la misma manera casi toda su vida, al punto de pensar que su actitud o su comportamiento es algo completamente normal.
Es por eso que, en algunos casos, lo mejor que podemos hacer es simplemente alejarnos de ellas, en lugar de querer hacerlas cambiar; de lo contrario, nos llevaremos una gran decepción al ver que su comportamiento seguirá siendo el mismo, por más que intentemos o nos esforcemos en hacerlas razonar.
1. Las personas prejuiciosas
Son esas personas que juzgan todo el tiempo y critican duramente todo aquello que se aparte de su sistema de valores. Son individuos que consideran su punto de vista como único y verdadero.
La crítica constructiva siempre debe ser bien recibida, pues esta nos ayuda a mejorar en muchos aspectos de la vida y es útil para analizar las cosas desde una perspectiva distinta.
El problema empieza cuando todo se convierte en señalamientos y juicios acerca de nuestros errores e imperfecciones. Así pues, pareciera que nunca hacemos las cosas bien.
Y si hicimos algo bien, estas personas igualmente nos dirán cosas como: «pudiste haberlo hecho mejor». Señalarán hasta el más pequeño detalle, pues nunca verán el lado bueno de nuestras acciones.
Ojo aquí, esto no lo hacen para sentirse mejor con ellas mismas ni para intentar ayudarnos, sino porque son personas muy infelices que buscan levantar su ego y la única forma que tienen de lograrlo es haciéndonos sentir mal.
2. Las personas victimistas
Son ese tipo de individuos que nunca tienen un momento estable en su vida. Se victimizan de todo lo que les pasa: un problema amoroso, las dificultades diarias, el trabajo que tienen, la universidad donde estudian, la familia o cualquier percance.
Las personas victimistas verán todo como si fuera el fin del mundo y no importa cuánto intentemos ayudarlas… Nunca seguirán nuestros consejos.
Estas personas lo único que buscan es que estemos para ellas a toda hora. Nada más eso, lo cual llega a ser muy cansón.
Con esto, no quiero decir que está mal ayudar a alguien que esté atravesando una etapa difícil, pues todos podemos llegar a necesitar apoyo emocional de otros. Pero, si vemos que una persona constantemente se queja de sus problemas y no hace nada para solucionarlos, es porque de seguro algo anda mal.
Otra cosa… las personas victimistas siempre pondrán excusas y culparán a su entorno de sus errores. Esto a ellas las hace sentir importantes… Así que, ¡mosca con ellas!
3. Las personas súper negativas
Este tipo de personas tienen tanta mala vibra que llegan a ser nocivas, pues tienen la capacidad de desanimar hasta a la persona más positiva u optimista.
Su habilidad para hacer ver una situación buena como mala es impresionante. Por ejemplo, si queremos emprender algún proyecto personal del cual estamos muy emocionados, buscarán la forma de desalentarnos con sus palabras, de manera que decidamos luego no ejecutarlo.
Además, son individuos que no están dispuestos a hacer algo en la vida para avanzar o progresar. De ahí, a que tampoco quieran que los demás lo hagan. Son personas que están recómodas en su zona de confort y lo único que harán es quejarse y no mejorar.
Por otro lado, son intolerantes a los buenos momentos. Para ellas, ningún buen momento es agradable. Siempre encontrarán algo que les moleste… ¡No dudemos en alejarnos de ellas!
4. Las personas que hablan mal otros
Y aquí debemos tener mucho cuidado, porque este mal hábito puede contagiarse.
Los temas de conversación de estas personas por lo general son tan pobres, que únicamente están basados en chismes o en señalar los defectos de los demás. Esto, las hace sentirse superiores a otros.
La realidad, es que detrás de toda crítica siempre terminan ocultándose inseguridades, baja autoestima y miedos. Esta gente, por otra parte, se alimenta de las desgracias ajenas como respuesta a sus propias debilidades, carencias y complejos.
Y si estamos cerca de alguien así, debemos tener presente lo siguiente:
Si una persona solamente habla mal de los demás a sus espaldas, tarde o temprano también hará lo mismo contigo, sin importar qué tan amigo puedas llegar a ser de él o ella.
Moraleja: Tengamos cuidado con las personas tóxicas, porque, en ocasiones (sino es que todo el tiempo) no nos permitirán avanzar. Nos quitarán energía y felicidad.
Los invito también a leer un poco sobre las personas narcisistas: individuos cuya personalidad es tóxica y dañina.
Sin más que agregar, un saludo cordial.
Por: Adrián Alberto ∼ lavidaysumagia.com
