Son muchos los especialistas que hablan del agotamiento emocional, y aunque es algo que no llega en un abrir y cerrar de ojos, es una patología que se evidencia cada vez con mayor regularidad en la sociedad actual.
Esto no aparece de un momento a otro, sin embargo, una vez que los síntomas surgen, se ve afectado no solo el campo profesional, sino el escolar o cotidiano del individuo. Por tal razón, es importante que entiendas cuáles son los primeros indicios o señales del agotamiento emocional y así impedir el desplome definitivo y la depresión profunda que puede generar esta condición.
Aunque esta patología tiende a experimentarse como cansancio mental, por lo general, viene cortejada por episodios de fatiga física. Es más, las personas afectadas también manifiestan sensaciones de pesadez, básicamente sienten que no tienen las fuerzas necesarias para seguir adelante, están desmotivados, percepciones que los hacen caer en una inercia de la cual resulta difícil salir.
Si quieres conocer más sobre este interesante tema, o simplemente crees conocer a alguien que podría estar padeciéndola, te invito a que continúes leyendo esta publicación donde te aportaremos elementos de gran utilidad para que evites caer en estos cuadros depresivos que pueden resultar nocivos para tu salud y la de los tuyos.
Causas del agotamiento emocional…
Por lo general, el agotamiento emocional es una condición que ocurre cuando existe un desbalance entre lo que se da y lo que se recibe por parte de los demás. Las personas que tienden a desencadenar estos cuadros depresivos tienen la particularidad de entregarlo todo, ya sea en el espacio laboral, en el hogar, a su compañero de vida o pareja sentimental o en cualquier otro espacio ámbito en el que se desempeñe.
Por lo general, esta condición surge en espacios donde te exigen o asignan muchas tareas a la vez o donde se requieren hacer grandes sacrificios. Un ejemplo de ello es cuando te encuentras en un entorno laboral donde existen altos riesgos de despido. En un hogar donde la mayoría de los integrantes atraviesan problemas que requieren de atención. O cuando tienes una relación sentimental con una persona conflictiva, celosa e insegura.
Ante estos episodios, es normal que el afectado no se dedique el tiempo suficiente para sí mismo. Además, tampoco reciben ese reconocimiento, consideración o afecto que espera por parte de los demás. El resto del mundo solo espera que esa persona rinda y tenga las herramientas para solucionar todo, se olvidan de sus necesidades o simplemente lo ven como el más fuerte, y el que tiene la capacidad de aguantar hasta lo más mínimo.
¿Cuáles son los primeros síntomas del agotamiento emocional?
Antes de que se desencadene un cuadro de agotamiento emocional, irás notando ciertas conjeturas que te revelarán progresivamente lo que viene. Por lo general, las personas no le prestan atención a estas señales. Pero si les haces caso, ten por seguro que podrás tomar las medidas necesarias para evitar su aparición plena.
Los síntomas primarios del agotamiento emocional son:
- Cansancio físico extremo: La fatiga se presenta con regularidad. Al momento de despertar ya sentirás que será un día precario.
- Insomnio: Aunque parezca absurdo, una persona que padece de esta condición se caracteriza por tener dificultades para dormir o descansar durante la noche. Los problemas y los pensamientos te hacen girar de un lugar a otro por horas.
- Irritabilidad: El autocontrol se pierde con facilidad y con más frecuencia de lo que crees. Una persona agotada se sentirá siempre de mal humor, se mostrará sensible ante cualquier crítica o reprobación que le expresen.
- Desmotivado: Otra de las cosas que caracterizan a las personas con esta condición es la falta de motivación, es decir, empiezan a actuar de manera mecánica. Sienten la obligación de hacer lo que deben hacer todo el tiempo. No tienen entusiasmo ni interés por ninguna de sus actividades.
- Distanciamiento afectivo: Sentirás que las emociones son cada vez más planas. Prácticamente tienes la sensación de que no tienes sentimientos o que nada te importa.
- Olvidos regulares: Cuando se tiene una saturación de información o estímulos, la falla de memoria es cada vez más recurrente. Podrás olvidar cosas con facilidad, incluso hasta donde dejaste las llaves sin razón alguna.
- Dificultad para pensar: Las personas pueden sentir que se confunden con mucha facilidad. Las actividades te pueden resultar más agotadoras de lo que realmente son. El razonamiento es lento.
¿Qué debo hacer para salir de este cuadro?
La mejor manera de superar satisfactoriamente esta condición es, desde luego, descansar lo más que se pueda. Es necesario que te enfoques en encontrar tiempo libre para relajarte y estar tranquilo. Una persona que se exige demasiado a sí misma, sin tomar vacaciones, es propensa a desencadenar un cuadro de agotamiento emocional. Esto lo debes evitar, ten presente que tarde o temprano empezarás a sentir fatiga. Así que no dudes en tomarte unos días de descanso por tu propio bien.
Otras de las soluciones que puedes implementar es trabajar en la construcción de una actitud diferente, es decir, debes organizarte para que cumplas tus labores diarias sin tanto estrés. Cada una de tus jornadas debe incluir tiempo para tus compromisos y tiempo para descansar o realizar alguna actividad que te resulte gratificante. Debes dejar de lado el perfeccionismo o los deseos de cumplir con todo para demostrar que eres el mejor.
De igual forma, también es importante que te sensibilices contigo mismo. Para lograrlo, puedes dedicarte a diario un tiempo a solas. Respira, reconéctate con lo que eres y lo que deseas. Es importante que desarrolles una actitud de reconocimiento, bondad y agradecimiento con tu yo interno. Si no lo haces, tarde o temprano, sentirás que no puedes seguir adelante.
¿Qué puedo hacer cuando siento estos síntomas?
Lo primero que debes hacer es prevenirlos por medio de la información, en parte, porque para muchos esto puede resultar algo normal, pero a largo plazo generará conflictos de consideración.
Ante esto, es importante que partas de acciones como:
- Dormir al menos entre 7 y 8 horas al día.
- Sal a caminar o trotar diariamente.
- Trata de despertar temprano.
- Busca la manera de relacionarte con personas nuevas y crear lazos de amistad.
- Desarrolla nuevas tareas o busca pasatiempos de tu interés.
- Empieza a hacer todo aquello que siempre has querido hacer.
En caso de que los síntomas persistan, vas a requerir de una intervención individual; esto quiere decir, que necesitas aplicar estrategias cognitivo-conductuales, que te permitan aminorar o erradicar cualquier fuente de estrés que te afecte; por ejemplo: terapias de grupo, redes de apoyo social, entre otras.
En conclusión…
El agotamiento emocional es una condición que puede afectar a casi cualquier persona, sin embargo, la mayoría de los investigadores han llegado a la conclusión de que las personas que ejercen profesiones relacionadas con el trato social o servicios, suelen ser más vulnerables de desencadenar estos cuadros. Por ejemplo, médicos, policías, empleados bancarios, vendedores, trabajadores sociales y hasta estudiantes universitarios pueden resultar afectados.
De igual forma, hay variables que tienen que ver con la edad, ya que las personas más jóvenes tienden a cuestionar su vocación y a sentir que no vale la pena. Esta es una condición que se manifiesta con mayor frecuencia entre las mujeres; también se ve con bastante regularidad en personas solteras o que no tienen relaciones estables. Así que ya lo sabes, toma tus previsiones y evita que te ataque el agotamiento emocional.
