Vivir con miedo a parecer tonto o poco inteligente, puede convertir tu vida en un calvario. Sentir ese temor constante a ser juzgado como una persona inferior, es más común de lo que se cree. Esto, aparte de privar a tus amigos de conocer tu verdadero YO, te frena de mostrar tus cualidades y valor personal.
La necesidad de ser aceptado por los demás es, de hecho, una barrera densa que te impide ser tu mismo, y te convierte en un ser infeliz y ansioso.
Cuando temes que las personas con las que compartes tu vida te perciban como inepto, tenderás a intentar hacer alarde de tu «comprensión de palabras y temas importantes», y con mucha frecuencia, vivirás estados de estrés profundo.
Tal vez eres de los que intentan contar chistes ingeniosos, en un esfuerzo por convencer a los demás de que eres inteligente, genial y divertido.
¿Por qué vives con miedo a parecer tonto?
Las razones para sentirte inseguro de tus capacidades pueden ser muchas, y a menudo provienen de tu niñez y la forma de crianza que recibiste. Las mujeres, en particular, tienen el temor de parecer poco inteligentes debido al fuerte tema social que las minimiza. Sin embargo, tratar de compensar en exceso este temor, puede tener el efecto contrario: Los demás, más bien, pueden percibir «una actitud inmodesta» de tu parte, o pueden sentir que estás tratando de demostrar tu valía con urgencia.
El simple deseo de ser considerado por los demás como una persona inteligente, puede llevarte a rechazar tu verdadero YO, y adoptar la actitud de una persona emocionalmente afectada.
Al intentar proyectar, con tanta persistencia una imagen de inteligencia o capacidad suprema, estarás negando a los demás la oportunidad de conocer al individuo real y fantástico que realmente eres.
El temor de que los demás te perciban como tonto o inepto, puede influir mucho más allá en tu comportamiento. Esto te puede llevar a evitar decir lo que piensas, e incluso, reprimir tu necesidad de hacer preguntas y aclarar dudas. Es posible que te sientas incómodo participando en ciertas actividades, si estas incluyen la posibilidad de que no sobresalgas. También evitarás participar en debates con otras personas que supongas que tienen más conocimientos que tú.
En esencia, te avergüenzas de quien eres.
Intentas encerrar tu identidad real, para sacar a relucir una apariencia que los demás encontrarán agradable, o incluso, impresionante. Sin embargo, tu sentir es un miedo común, experimentado por casi todos en algún momento de sus vidas. El problema es cuando te quedas estancado en ese miedo, y no reconoces que tienes un conflicto.
¡Sal de ese círculo vicioso!
La forma más sencilla de combatir esa personalidad fingida, es, en primer lugar, aceptar y reconocer que la padeces.
Como segundo paso, deberás comprometerte personalmente a ser tu mismo en tu hogar, tu lugar de trabajo y frente a extraños.
Pregúntate, ¿cómo crees que reaccionarán las personas con las que te encuentres, en caso de que hables con torpeza, necesites aclaraciones o no seas el mejor en alguna actividad? Al ser tú mismo, descubrirás que todas las personas cometen errores y hacen preguntas, y que los demás te querrán y te respetarán porque reconocen la bondad en tu alma.
El hecho de que estés dispuesto a ser tu mismo, dejando que tus muchos atributos afirmativos se expresen naturalmente, te ayudará a causar una primera impresión positiva en todos los que conozcas, y a ganarte la estima de tu familia y amigos.
Tu confianza y trato afable dirán: «esto es lo que soy, y estoy orgulloso de la persona en la que me he convertido».
Trabaja en ti mismo
El autoanálisis consciente es necesario en todas las etapas de nuestra vida adulta. Una persona que pretenda vivir en estado de paz y libertad, debe ser capaz de dedicar el tiempo para analizarse a profundidad y para ir eliminando, una a una, todas las capas de dolor, inseguridad, baja autoestima, rabia, frustración, etc. que ha ido acumulando desde que nació, o incluso mucho antes.
El amor propio y autoestima elevada son el principio de la plenitud de la vida. ¡Una persona segura de sí misma, es un imán de fuerzas positivas que atrae a quienes la valoran y disfrutan de su compañía!
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Por: Loubna Hatem – lavidaysumagia.com
