Se dice que las personas altamente inteligentes generalmente son desdichadas. Si te sientes aludido y presientes que tu alto nivel de inteligencia ha sido una gran desventaja a lo largo de tu vida, créeme que no estás loco ni tienes delirios de superioridad…simplemente, es algo que realmente sucede, y tienes que saber que no eres el único que se siete de esta manera.
Una vez, un amigo mío publicó una foto en Instagram con un título bastante triste, algo relacionado con la depresión. En la imagen, estaba sentado en el borde de un pavimento de la calle, como si se acabara de beber una destilería entera.
Curiosamente, lo que me llamó la atención no fue la publicación en sí, sino un comentario dejado por uno de sus seguidores, que decía: «¿No se supone que eres inteligente? ¿Por qué no puedes pensar en una manera de ser feliz?”
«Es extraño ser reconocido a nivel internacional y a la vez sentirse tan solo.» - Albert Einstein
Siendo totalmente imparcial, considero que existe un elemento racional entendible para formular ese tipo de pregunta; pero una gran parte de mí, siente que es estúpido comentarle eso a alguien que se siente mal. No importa cuán inteligente o reconocida sea una persona, sigue siendo humana. ¡No es un robot!
Las tristes personas altamente inteligentes
Es un hecho bien conocido que nadie es perfecto en todo. Todos somos buenos en ciertas cosas y no tan buenos en otras. El chico más atlético de tu escuela secundaria en ese momento probablemente no era el más brillante, y seguramente que el caso al revés también cuenta.
Pienso que esa es la forma en que la naturaleza equilibra la ecuación, haciendo que todos nos necesitemos para cosas diferentes. Después de todo, ningún hombre es una isla… ¿verdad?
Sin embargo, hablamos aquí de otro tipo de inteligencia, que no se confina a ciertas habilidades…que va más allá.
Sabemos lo mucho que no sabemos
¿Has oído hablar del efecto Dunning-Kruger? Si no te has topado con el término anteriormente, al menos has experimentado el efecto.
Es una regla psicológica que establece que las personas más básicas e ineptas, son las más confiadas, mientras que las personas altamente inteligentes, dudan de sus propias habilidades.
En pocas palabras, la gente tonta es demasiado tonta para estar consciente de lo tonta que es, y por eso se le hace fácil ser feliz. Suena cruel, pero es así como lo interpreta la ciencia.
Las personas inteligentes, sin embargo, son lo suficientemente inteligentes como para estar conscientes de cuánto no saben.
El filósofo británico Bertrand Russell, quien fue el primero en exponer la idea, quizás la resumió mejor:
«El problema con el mundo es que los estúpidos son arrogantes y los inteligentes están llenos de dudas.»
Básicamente, todos nosotros tenemos una comprensión bastante pobre de los límites de nuestra propia capacidad, de una manera u otra.
La soledad, la depresión, y otras desventajas:
Como explicó la investigadora de la Institución Brookings, Carol Graham, al Washington Post, «Los que tienen más inteligencia y capacidad para usarla… son menos propensos a pasar tanto tiempo socializando porque están enfocados en algún objetivo a mediano o largo plazo«.
Cuando una persona con inteligencia alta, se da cuenta de que sus inquietudes no son las mismas que las de la mayoría de sus compañeros, tienden a irse aislando y quedarse solos. O peor aún, se encierran en su propio mundo, lo cual les baja bastante el buen estado de ánimo.
Ellos siempre están analizando las situaciones. No se conforman, por ejemplo, con ver un pájaro volar y disfrutarlo su simpleza. Ellos tienen que analizar el porqué de su vuelo, y todas las interrogantes que surgen al respecto… y al no poderlas resolver en su mente, se abruman y ésto hace que vayan cayendo en depresión profunda.
La gente espera demasiado de los inteligentes.
Tener un cerebro brillante es maravilloso. Pero, tener que lidiar con las expectativas de la gente sobre las grandes cosas que se supone deban lograr por ser tan inteligentes… eso no es nada agradable. ¡La presión puede ser abrumadora! Como se ha señalado antes, no son máquinas, y caen fácilmente en el desespero y la frustración.
Ellos se aburren muy fácilmente
Priorizar y encaminar todas las grandes ideas que constantemente se les ocurren, resulta un gran problema para las personas altamente inteligentes. En el momento en que un proyecto, una relación o una persona deja de estimular su cerebro, ¡están acabados!… Listos para pasar al siguiente desafío.
Esta es la razón principal por la que ellos raramente siguen adelante con las cosas proyectadas, pierden interés y su atención brinca de una cosa a otra.
En las relaciones sentimentales suelen ser muy inconstantes y por ello también sufren.
Creen que están demasiado preparados para lo básico…
Perfeccionar los fundamentos siempre parece ser una tarea aburrida. ¿Por qué perder el tiempo en lo básico cuando pueden aprender las cosas más profundas tan rápido como lo suelen hacer?
La mayoría de las veces, evitan lo básico para protegerse de cualquier revelación de su propia ignorancia.
¡Piensan demasiado!
Según lo que ellos piensan, las cosas nunca son lo que parecen. Leer entre cada línea y luego las líneas entre esas. Es extremadamente agotador pero no pueden evitarlo.
Son bastante incomprendidos…
Es difícil encontrar gente que los entienda como persona, y las cargas que llevan. Por eso, hay una conexión emocional y mental automática cuando conocen a personas que son de alguna manera similares a ellos.
Les resulta difícil dar y mostrar amor
Las parejas románticas son las que más sufren al estar con una persona así. Las personas altamente inteligentes suelen ser distantes y a veces insensibles a asuntos delicados.
En las relaciones en general, tienden a ignorar los problemas que se avecinan hasta que éstos se vuelven demasiado grandes para ignorarlos. Debido a que siempre hay muchas cosas revoloteando en su mente, en un momento dado, les resulta difícil simpatizar verdaderamente con la gente o sentir empatía.
No diría que su inteligencia emocional es completamente deficiente, pero si necesitan de mucho trabajo interno para equilibrarlo.
En conclusión…
Las personas altamente inteligentes tratan de evitar sentimientos insatisfactorios, pasando en su propia imaginación la mayor parte del tiempo. Su perspectiva es completamente diferente de la de los demás.
A las personas comunes les cuesta entenderlos, y eso es porque son un grupo muy reducido. Simplemente los demás no están acostumbrados a ese tipo de seres humanos.
Todos tienen sus propios defectos… Lo más importante es que sepan cuáles son y continúen trabajando en ellos.
Aceptar quienes son, y todo el equipaje que viene con ellos, es la clave principal para lograr estar en paz…
Si te encuentras en una situación similar, debes hacer lo mismo. Si conoces personalmente a alguien en una situación similar, al menos ahora puedes entenderlo un poco mejor.
