En muchas ocasiones se suele hablar del cielo y del infierno desde un punto de vista religioso o dogmático, pero… ¿Qué representan ambos conceptos en nuestras vidas?
Pues te cuento que estos términos tienen como base el concepto de dualidad cíclica. Una definición concreta que va de la mano con las leyes universales que rigen todos los comportamientos y transformaciones del ser humano. Esto me permitirá describirte aquí, lo que es el cielo y el infierno más allá de lo que te han hecho creer que son.
La vida es muy rápida; hace que la gente pase del cielo al infierno en cuestión de segundos.
Paulo Coelho
La dualidad cíclica representa al bien y al mal, al cielo y al infierno, a Dios y al diablo. Y además, tiene como principio la separación. Esta separación, es el ingrediente secreto que reside en nuestras mentes, pues es el que nos hace ver que nada está realmente separado de nada y que de hecho, todo necesita un opuesto cíclico que equilibre su existencia y permanencia.
El cielo y el infierno según la dualidad cíclica:
La luz no puede existir sin la oscuridad. Esto se debe a que el término «luz» no tiene sentido sin una oscuridad en donde se haga evidente su existencia.
Lo mismo pasa con el calor y el frío; si no pudiéramos sentir frío, el término «calor» no tendría sentido. Otros ejemplos: el protón y el electrón, el hombre y la mujer. Todo es una dualidad cíclica.
El cielo y el infierno según la religión
Se describe al cielo como aquel lugar, en el cual Dios y sus ángeles materializaron la creación. Un lugar al cual todos iremos si cumplimos con los mandatos de Dios; donde todo será felicidad, paz, y serenidad.
Por el contrario, el infierno es aquel lugar donde asumiremos las consecuencias de nuestros malos actos y de nuestra desobediencia.
Ahora bien, el concepto de «cielo» no puede existir sin el concepto de «infierno«; pues el infierno es el polo opuesto de todo aquello que representa al cielo. Es decir, «tristeza» es lo contrario a «felicidad» y «sufrimiento» es lo opuesto a «gozo«. Algunas creencias asumen que al terminar la vida, iremos al cielo o al infierno, y que seguiremos sintiendo como humanos.
Una apreciación lógica a partir de la dualidad cíclica
El cielo y el infierno sí existen, pero no como todos lo creemos. En realidad, existen y coexisten en el presente; en la vida diaria. Es decir, ambos se manifiestan en nuestra realidad, dependiendo de nuestras decisiones y de nuestro libre albedrío. En pocas palabras, nosotros decidimos si vivir en el cielo o en el infierno.
Por ejemplo, hay personas que viven en un infierno, mientras que hay otras que traen un paraíso a sus vidas. Están quienes se llevan a sí mismos a la autodestrucción completa, mientras que están aquellos que se llevan a sí mismos a la felicidad y a la abundancia.
El cielo es aquello que nos hace disfrutar estar vivos. Son aquellas experiencias que nos hacen sentir inspirados, eso que nos hace gozar de la existencia. El infierno es realmente aquello que nos hace sufrir en vida, eso que nos somete, que nos sumerge en la envidia o la tristeza. Peor aún, todo aquello que nos hace sentir muertos en vida.
Cómo la dualidad cíclica describe al cielo y al infierno
Partiendo de lo anterior, sucede algo interesante y es que la experiencia de sentir el cielo y el infierno en nuestra vida, es necesaria para trascender a nivel espiritual… de seguro te preguntarás, ¿Por qué? ¿Cómo es eso?
El cielo, el infierno y el mundo entero, está en nosotros.
Henri-Frédéric Amiel
Bien, te explico que ambos nos dan una dirección y nos brindan una señal en el camino. El cielo nos permite gozar de la experiencia y de los frutos que sembramos en la vida. Nos hace aprender de la experiencia de estar vivos, de manera que nuestra consciencia se pueda llevar eso como un tesoro para la eternidad una vez que nuestra vida termine.
El infierno, que forma parte del equilibrio establecido por la dualidad cíclica, es una fuerza que proviene del más allá. Es una fuerza que viene de lo divino y que nos enseña a través de la tristeza, del enojo, de la envidia y de la angustia, aquello que podría no ser adecuado para nuestra experiencia consciente. Aquello que no nos está sirviendo en la vida.
El cielo depende del infierno y viceversa
Como podrás haber visto, ambas definiciones se requieren en la existencia del ser humano. Y es que hasta lo que se destruye, puede llegar a crear algo nuevo: una nueva etapa en la vida, una nueva oportunidad después de haber caído o una nueva enseñanza que redirige nuestra vida. Eso sí, todo a través del equilibrio dual.
Por supuesto, con todo esto que acabo de explicar aquí, no pretendo cambiar las creencias de nadie; si lo que has leído, te ha servido, entonces excelente. Si no ha sido así, respeto de igual forma, tus creencias y tu propia perspectiva.
Para finalizar, te invito a que transformes tu vida con solo ver estas películas, que estoy seguro avivarán en ti un despertar de consciencia.
Por: Adrian Alberto ∼ lavidaysumagia.com
