Parece mentira, pero el ego ha destruido civilizaciones enteras a lo largo de la historia. Ha acabado con el legado y el poderío de muchos líderes políticos y pensadores. E incluso, ha arruinado cientos de empresas y corporaciones multimillonarias.
Y sí, el ego es considerado nuestro mayor enemigo, pues tiene un rasgo muy peculiar: se hace grande cuando sentimos el éxito en nuestra propia piel y crece aún más cuando experimentamos el fracaso.
Aquí, vamos a hablar un poco más acerca de él y de lo que tienes que aprender para, de cierta forma, poder dominarlo y evitar caer en sus fauces.
El ego, tu mayor enemigo
Hoy en día, existe una tendencia absurda a pensar que el mundo gira únicamente en torno a uno mismo… ocurre todos los días y a todas horas. No obstante, esta idea lo único que hace es autosabotearnos.
Las redes sociales son un ejemplo de ello. Estas potencian esa sed ferviente de obtener cosas que no necesitamos o de aparentar una vida que ni siquiera es real.
¡Pero atención! El culpable de todo este accionar y pensar, tiene nombre. Se llama: «Ego». Este personaje reside dentro de cada uno de nosotros. Por consiguiente, nuestra misión es derribarlo a toda costa.
Ahora bien, probablemente pienses que no tienes razones suficientes para sacarlo de tu vida. A lo mejor pienses que esto a ti no te afecta. Sin embargo, debes despertar…
¿Tienes idea del porqué cada vez que te levantas hay una fuerza que te empuja hacia abajo? ¿Tienes idea del porqué sientes que no eres capaz de iniciar una nueva vida o algo nuevo? ¿Tienes idea del porqué a veces la vida te parece un tormento cuando te sientes mal o triste?
El porqué todo lo anterior, tiene nombre y te lo repito nuevamente: «Ego».
Este nos afecta a todos. Incluido a mí, que estoy escribiendo esto. Pero, no te preocupes porque no estás solo.
He aquí 4 estrategias que te ayudarán a combatir a este gigante:
1. Dedícate
Ten presente una cosa:
La necesidad de jactarte de lo que ni siquiera has comenzado a hacer, acabará jugando en tu contra.
Existen dos clases de personas en este mundo: las personas que hablan y las personas que hacen. Únicamente se puede ser una de las dos.
Las personas que hacen, se dedican y trabajan a diario, consiguen mejores resultados en la vida y sin necesidad de presumir nada.
Tú puedes decir o creer que “eres importante y sabes hacerlo todo”, pero, en tu interior solamente puede haber hambre de atención, un afán de protagonismo desmedido y no saber nada al respecto de algo.
Mejo dedícate más y habla menos.
2. Aprende
Muchas veces el ego nos dice cosas como: “no necesitas mejorar nada” o “¡Ya lo sabes! ¿para qué vas a seguir preparándote?”.
Pero, tarde o temprano esta idea termina jugándote en contra y tiene lugar la siguiente cuestión: «¿por qué no he conseguido los resultados que esperaba y los demás sí lo están logrando?»
Pues bien, en el momento en el que dejes de ser un estudiante de por vida o dejes de aprender, justo ahí, estás fuera. Así que, tu segunda arma contra este enemigo colosal es el aprendizaje.
Ten presente que, en la actualidad, las nuevas tecnologías han dado lugar a una nueva era de aprendizaje. Así que, no hay excusas para ello. Prepárate cada día.
3. Sé humilde
Si eres de los que cree que reconocer sus limitaciones es de cobardes y débiles, déjame decirte que, para vencer a este enemigo, necesitarás de ello más de lo que pensabas.
Vamos a explicártelo con un sencillo ejemplo: cualquier empresa que no sea consciente de sus fortalezas y debilidades, será noqueada y sacada del mercado a una velocidad de estrepitosa.
Ocurre lo mismo con las personas. La única manera de vencer esta batalla y llegar a la cima es siendo humilde y mejorando cada día como persona.
Y ojo aquí, pues la humildad no es lo que la sociedad te ha metido en la cabeza: “tienes que rebajar tu nivel, para que la gente no piense que te crees el mejor o que eres el mejor”. No.
La verdadera humildad implica tener coraje y diligencia para trabajar todos y cada uno de los días de tu vida con el propósito de ser el mejor, incluso si no llegas a serlo. Humildad es trabajo y constancia.
4. Conecta con la realidad
En otras palabras: mantente sereno en todo momento.
A veces, lo más peligroso del ego es que se presenta tanto en las victorias como en las derrotas. Está ahí siempre. La recomendación es la siguiente:
Si caíste, tropezaste o perdiste, ve eso como una oportunidad de oro para aprender. Y si ganas, piensa en lo mismo: esta es una oportunidad de oro para aprender y seguir aprendiendo.
Evita que este magnifique tus logros o fracasos, y te termine posicionando en un rol que no te pertenece o en el que no debes estar. Mantente sereno y continúa aprendiendo y emprendiendo.
A lo mejor consideres que, haciendo esto, cada triunfo sabrá un poco más amargo. Y sí, es cierto, pero, de esta manera cada derrota será menos dolorosa… ¡Ponlo en práctica y verás de qué te hablo!
La invitación es a que llames a este enemigo por su nombre y le digas lo siguiente: “¡Sabes qué Ego, vamos a jugar a tu juego!… nada más que, hoy voy a jugar en una escala superior a ti”.
Dedícate más y si fallas, aprende de ello. Mantente conectado con la realidad, mantente sereno y sé humilde en todo momento.
¡Tú puedes ganar esta batalla!
Sin más que agregar, te sugiero leer sobre cómo el hecho de pensar positivamente te garantiza una vida larga y plena.
Un saludo cordial.
Por: Adrian Alberto ∼ lavidaysumagia.com
