Quejarse daña la salud del cerebro
La costumbre de quejarse es dañina para nuestro cerebro. Las quejas afectan gravemente nuestra salud. Una media hora de quejas reduce la memoria y la capacidad de resolución de problemas de nuestras neuronas. Por eso debemos aprender a quejarnos menos y actuar más.
Dejarte llevar por las emociones desbordantes que genera cualquier problema, o expresar tus opiniones negativas o arranques de frustración, puede ser liberador, pero debe hacerse con absoluta moderación. Con real consciencia.
La queja constante es un modo de vida que realmente no ayuda a resolver tus problemas. Cuando nos quejamos, liberamos tanta energía negativa que se activa el cortisol, la hormona del estrés. Esta hormona tiene efectos en el hipocampo, un área del cerebro que es importante en el proceso de aprendizaje y es responsable de la memoria y la imaginación.
Las constantes quejas y lamentos no solo atormentan a las personas que nos rodean, sino que dañan nuestra salud y agregan estrés a nuestras vidas.
No nos sorprenda que después de haber sufrido las quejas de un amigo nuestro, nos sintamos tristes y deprimidos, y la creatividad nos abandona.
Un estudio realizado por la Universidad de Stanford ha demostrado que media hora escuchando las quejas de alguien, es algo peligroso para ti, porque tus neuronas padecen su sufrimiento y pierden la capacidad de procesar soluciones de manera creativa.
Literalmente, pasan al modo «apagado» porque el cerebro, a través de las sinapsis, cataloga los impulsos que recibe y considera las quejas de bajo nivel.
No se deben subestimar los efectos negativos en el organismo, como la reducción de las defensas inmunitarias y, en particular, en el sistema digestivo, lo que puede generar la aparición de colitis y gastritis.
4 Razones para quejarnos menos:
Aquí hay 4 razones que nos convencerán de quejarnos menos y enfrentar situaciones difíciles y problemáticas con coraje y determinación:
1. Las quejas aumentan la negatividad:
Las quejas se convierten en una actitud arraigada que nos hace pesimistas. Nuestra mente se llena de emociones negativas como la ira, la tristeza, la angustia y la envidia.
Este tipo de emociones activa una espiral de la que se hace difícil escapar y nos impide reconocer los destellos de la positividad. Se hace más difícil que sientas la recompensa de la gratitud, el aprecio y el bienestar.
Las quejas no nos permiten ver la realidad tal como es
2. Las quejas te aíslan:
Aquellas personas que se quejan constantemente, no son una buena compañía. La gente le comienza a huir, porque cuando comparten con una persona quejosa, se sienten deprimidos, angustiados y nerviosos;
3. Las quejas conducen a la victimización:
Los murmuradores crónicos tienden a culpar a los demás por sus acciones, especialmente las equivocadas. Hacen que las víctimas no enfrenten realmente los problemas y no tomen medidas para cambiarse a sí mismas y lo que no está bien.
4. Las quejas activan el pensamiento obsesivo:
Quienes se quejan constantemente, tienden a «sobre-pensar», a tener pensamientos obsesivos sobre ciertas situaciones, y no son capaces de enfrentar la frustración y las dificultades de la vida.
Es un estado mental peligroso que privilegia el pensamiento racional al excluir la parte emocional, y al no permitir adaptarnos a las situaciones y ejercer la resolución de problemas.
Es importante aprender a expresar las cosas positivamente. Esta es una habilidad interpersonal que requiere tiempo para desarrollarse, pero puede mejorar drásticamente las relaciones, la salud y la vida en general.
¡No te quejes más!
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