En esta ocasión, vamos a hablar acerca del desapego, ya que a veces resulta difícil tener que terminar una relación con alguien, o puede que la relación ya terminó, pero nos cuesta mucho dejar ir a esa persona.
Estamos apegados a él o ella, y eso nos hace sentir mal.
El apego hacia otra persona no es otra cosa más que dependencia emocional; algo negativo que nos hace sufrir, que nos hace sentir culpables y que nos lleva a desvalorizarnos a nosotros mismos. Ya lo decía Buddha:
El origen del sufrimiento es el apego, que crea la ilusión del ego.
Ahora bien, ya he resaltado en aparatados anteriores que, todo suele estar en nuestra mente. Por eso, aquí, vamos a aprender un poco más acerca de ello; a cómo desapegarnos de alguien o cómo cerrar ciclos de una vez por todas.
¿Cómo practicar el desapego?
Posiblemente nos cuesta demasiado trabajo poner fin a una relación… ¡Y ojo! No te hablo solamente de una relación de pareja, sino de una relación amistosa, familiar o laboral.
Pues bien, a continuación, te voy a dar algunos tips que te serán de gran utilidad, sobre todo si quieres desapegarte de alguien que no te está haciendo bien.
Pero eso sí, debes tener en cuenta que llevar a cabo esta tarea, depende de tu propio trabajo personal y mental.
1. Aprende a distinguir entre amor y dependencia
Es lo primero que hay que hacer.
El amor es un sentimiento que se da cuando estás feliz, cuando te sientes libre, cuando deseas no solo tu bienestar sino el de los demás. El amor se siente, pero también es recíproco. Sentir y expresar amor, no solo depende de una sola persona, sino de ambos en la relación (equivale a si es pareja, amistad o familia).
La dependencia, en cambio, es todo lo contrario al amor. Esta está basada en el miedo, en el hecho de decir: “a mí, no me importa lo que tú quieras… yo quiero que estés conmigo”.
Dependencia es decir cosas como “yo no sé si podría estar sin ti, porque dependo de ti para sentirme bien” o “si tú no estás, me siento mal”. Una persona que piensa esto es una persona limitada… La dependencia solo da lugar a creencias limitantes.
Ten en cuenta lo siguiente… Nosotros los seres humanos tenemos necesidades básicas, como: comer, beber agua, respirar, etc… Estas necesidades, a su vez, nos limitan, ya que para poder respirar necesitamos del aire, de lo contrario moriríamos, por ejemplo.
Ahora bien, hay otros tipos de necesidades que no son básicas, sino que las creamos nosotros mismos, como: tener pareja, tener amigos, conseguir logros profesionales, etc. Sin embargo, podemos sobrevivir a estas necesidades, pues no dependemos necesariamente de ellas. Así, por ejemplo, podemos sobrevivir sin pareja o sin dinero.
El problema aquí, es que a veces dependemos demasiado de lo emocional… ¡Ojo! No quiero decir que eso está mal, pero el hecho de que tus emociones dependan de lo que otro haga o deje de hacer, te resta mucho poder.
Así que, es cuestión de que sepas distinguir bien.
2. Aprende a distinguir entre amor e indiferencia
Es lo segundo que hay que hacer.
Una cosa es decirle a alguien “no me importas”, que por cierto se lee muy frívolo; y otra cosa muy distinta es tener claro que NO dependes de alguien y decirle: “Te amo, pero no te necesito”.
Te cuento que muchas personas creen que, para no depender emocionalmente de alguien, tienen que dejar de amar. Y no, no es así. En ningún momento debes dejar de amar y volverte un ser frío y seco.
Ama, pero con independencia, no con indiferencia y lejos del apego.
La indiferencia es expresar algo como esto: “no me importas”, “haz lo que quieras”, “me da igual lo que hagas”. De nada te va a servir estar en una relación de pareja, de amistad o de familia, con alguien que piense o se exprese así. Y sí, se lee descabellado esto, pero existen relaciones en donde las personas se expresan unas a otras este tipo de frases. Lo cual, es totalmente dañino y no tiene nada que ver con el concepto de independencia.
En fin, el punto aquí es comprender que, amar también implica libertad. Sin embargo, para que pueda existir libertad dentro de una relación, se debe tener claro el concepto de independencia.
Si lo llevamos al ámbito de las relaciones amorosas, podríamos decir entonces que no somos la media naranja de alguien más. Y visto de una forma jocosa o divertida, podría decirse que cada quien es una naranja completa, que se complementa con otras naranjas más.
De eso se trata la independencia.
3. Refuerza tu autoestima
Si realmente quieres practicar el desapego en tu vida, debes comenzar a reforzar tu nivel de autoestima y autoconfianza.
Y sí, quizá la palabra autoestima es muy abstracta. Sin embargo, esta no es más que la creencia que tiene una persona en su propia capacidad de superar lo que sea y de conseguir lo que sea.
Una persona que se cree capaz en todo sentido, no sufre… Es una persona independiente. Así pues, Si una persona se va de su vida, a lo mejor pase por un proceso de duelo, pero entenderá que debe dejar ir, que la vida debe continuar y que pronto conseguirá a alguien más, con quien compartir positivamente.
¡Piénsalo entonces!… Si tú decides incrementar tu autoestima, podrás superar lo que sea y podrás dar lugar al desapego emocional.
La única razón por la que somos apegados a personas, que en ocasiones sabemos no son buenas para nosotros, pues son personas tóxicas, es porque dependemos emocionalmente de ellas y sumado a ello, tenemos una baja autoestima.
¿Y de qué forma puedes aumentar tu autoestima?… Pues bien,
- Crea hábitos saludables.
- Rodéate de personas positivas.
- Evita los sentimientos negativos como la queja, el enojo, el resentimiento.
- Lee.
- Lleva a cabo nuevas actividades.
Son muchas las opciones que hay.
En conclusión, si logras vivir con desapego, serás independiente y te darás cuenta que no necesitas de alguien más para seguir adelante.
Si aprendes a distinguir entre amor y dependencia o indiferencia, podrás llevar una vida más tranquila y feliz, disfrutando de cada momento y sintiéndote libre.
Para finalizar, te invito también a que leas sobre algunas de las formas que hay para hacer amigos y conocer gente nueva, solo debes hacer clic aquí.
El desapego es la capacidad de hacernos nada para llegar a ser personas enteras.
Claudio Naranjo
Un saludo cordial.
Por: Adrian Alberto ∼ lavidaysumagia.com
