La ley del espejo es considerada, hoy por hoy, una de las herramientas más poderosas que hay en el ámbito de la autoevaluación o el autoconocimiento.
Muchos psicólogos hacen eco de ella y la recomiendan como una terapia sanadora que ayuda a liberar sentimientos negativos como resentimiento, enojo, ira o rencor.
A través de ella, podremos comprender que nuestra visión del mundo es solo un reflejo de nosotros mismos. Y que toda raíz de amargura puede ser cambiada por paz interior.
Aquí, en este apartado, vamos a aprender un poco más acerca de ella, y te propondremos una técnica sencilla para que puedas aplicarla.
La ley del espejo:
La primera persona que citó esta ley fue Yoshinori Noguchi, experto en el área del desarrollo personal y de nacionalidad japonesa.
Lo hizo a través de su libro “La ley del espejo, una regla mágica que da solución a cualquier problema en la vida”. En él expone y propone lo siguiente:
Nuestra visión del mundo, así como de nuestras relaciones interpersonales, no son más que un reflejo de nuestro interior.
Así pues, esta ley lo que busca es que apliquemos la auto observación: ver qué es lo que más nos molesta, ser conscientes de ello y a partir de eso, enfocar nuestra vida.
Aspira a que logremos vivir de manera más positiva, adaptándonos al entorno que nos rodea y mejorando la calidad de nuestras relaciones.
La clave está en analizar, primeramente, la relación que tenemos con nosotros mismos; sacar provecho de toda situación adversa o desfavorable, y poder encontrar equilibrio, calma y serenidad.
¿Cómo puedes aplicarla?
Según los principios que expone Yoshinori Noguchi en su libro, la forma más sencilla de poner en práctica la ley del espejo es la siguiente:
Primero, imagina que estás frente a un gran espejo.
Luego, a partir de 4 escenarios que a continuación te voy a exponer, responde a esta pregunta:
“¿Qué es lo que el espejo refleja de mí?”
Ahora bien, estos son los posibles escenarios que te encontrarás:
1. Mi lado opuesto:
Este primer escenario plantea que muchos de nosotros llevamos arraigados ciertos conceptos, valores y formas de ser que nos fueron inculcados de niños o adolescentes; o que simplemente, hemos aprendido a medida que hemos ido creciendo. Y el hecho de estar frente a personas que reflejen lo contrario a estos conceptos, ideales o valores, hará que nos irritemos o molestemos.
Así, por ejemplo, si tú compartes el cuarto donde duermes con alguien más, pero tú eres ordenado y esa persona no lo es, esto te va a chocar. Posiblemente, empieces a reclamar o a discutir, y tu buena energía se verá afectada.
En este caso, intenta buscar el equilibrio. Primeramente, trata de no ser tan estricto contigo mismo como con los demás. Pregúntate si es necesario llegar al punto de reclamar y exigir a otros que sean como tú. Cuestiona el hecho de si puedes ser un poco más flexible a la hora de ser ordenado. Plantéate la oportunidad de dialogar calmadamente con la otra persona sobre eso que te incomoda.
Intenta compensar ambos lados de la balanza.
2. Mi lado semejante:
En este segundo escenario nos encontramos con esas cosas que nos molestan o incomodan de los demás.
Por ejemplo, no te gusta la actitud de una persona que acabas de conocer, porque te parece que es soberbia y arrogante. Ten en cuenta que no la conoces del todo.
Probablemente, esa parte oscura que señalas, criticas o ves en esa persona, podría estarte diciendo algo. Y algo que tiene que ver contigo. Algo a lo que te resistes o que te cuesta aceptar.
A lo mejor, quien realmente es soberbio eres tú mismo, así pues, te sientes confrontado con tu propio espejo.
En este caso, lo que puedes hacer es analizar eso que te está afectando de la otra persona. Y luego, reflexionar en el hecho de que tú también podrías estar comportándote o actuando de ese modo.
Esto te ayudará a que te des cuenta de si estás teniendo actitudes negativas con los demás. Y si eres consciente de ello, podrás plantearte cambiar o mejorar.
3. Mis expectativas
Este tercer escenario se relaciona con el enfado o tristeza que sentimos cuando vemos que una persona actúa de una manera que no esperábamos.
El espejo nos refleja la decepción que sentimos cuando las cosas no son como queríamos que fuesen. Y, sobre todo, cuando nos habíamos creado expectativas con alguien más.
Por ejemplo, estás en proceso de conocer a alguien y empiezas a tener expectativas de un romance; o comienzas a creer que esa persona es ideal para ti.
Y, cuando ves una actitud que no va acorde con esa expectativa o con eso que esperabas, inmediatamente te quiebras.
Es una mala experiencia, claro está. Pero esto te ayudará a darte cuenta de la forma en cómo percibes tus relaciones con los demás. Así pues, debes tener presente que no puedes hacer que los demás sean como tú quieres que sean. Sencillamente, debes aceptarlos tal y como son y aceptar la realidad de las cosas.
4. Mi comportamiento con los demás
En este último escenario nos encontramos con esas actitudes negativas que solemos tener con los demás por su mal comportamiento. Sin embargo, eso que nos disgusta de ellos y que nos parece mal, son cosas que también hacemos con otras personas.
Así, por ejemplo, te molesta que alguien no te responda un mensaje de texto que le has enviado; pero, por otro lado, no respondes los mensajes que otras personas te envían.
¿Cuál es la enseñanza aquí?
Pues bien, ponte en el lugar de los demás y no hagas a otros lo que no te gusta que te hagan.
Beneficios que obtienes con la ley del espejo
Si aprendes a aplicar los principios de esta ley de manera consciente y auténtica, obtendrás una actitud positiva que dará lugar a:
- La empatía.
- La humildad.
- El autoconocimiento.
- La confianza en ti mismo.
- La buena autoestima.
- La tranquilidad.
- El perdón.
- La sabiduría.
- Y la libertad.
La invitación es a que empieces a aplicar la ley del espejo en tu vida y evidencies por ti mismo su poder sanador.
Y si te cuesta responder mentalmente la pregunta: “¿Qué es lo que el espejo refleja de mí?”, intenta entonces escribir lo que sientes; usa tu diario personal o un simple trozo de papel. Eso sí, pon en práctica esta ley de forma consciente.
Por último, te recomiendo también que leas sobre los 2 principios claves que te permitirán atraer eso que anhelas a tu vida.
Sin más que agregar, un saludo cordial.
Por: Adrian Alberto ∼ lavidaysumagia.com
